¡Ya no se persignan como antes!

La Virgen Pirata

          En 1531 un hombre llamado Juan Diego Cuauhtlatoatzin (significa: el que habla como águila) pasaba por el cerro de Tepeyac cuando se le apareció la ahora conocida como Virgen de Guadalupe, quien lo mandó a pedirle al obispo Juan de Zumárraga que se le construyera un templo ahí en el Tepeyac. El obispo, incrédulo, le pidió al hombre una prueba de que lo que decía era cierto, por lo que en la tercera visita, ocurrió un milagro. Juan Diego llevaba cargando en su tilma unas rosas rojas que La Virgen lo había mandado a cortar, siendo que en Diciembre era imposible encontrarlas. Cuando Juan Diego dejó caer las rosas que traía envueltas, todos fueron testigos de que en su vestimenta venía plasmada la imagen de la Virgen de Guadalupe.

           La mayoría de nosotros hemos escuchado esta historia infinidad de veces. Nos llena de emoción recordar el milagro que hizo La Virgen de Guadalupe y que ella sea nuestro símbolo religioso nacional por excelencia. Sabemos de los estudios que ha venido a hacer la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) para descifrar esta enigmática imagen que se cree, no está hecha con pintura. Dicen que en sus pupilas está grabado exactamente lo que ella vio en el momento que salió a relucir su imagen.

Pero, ¿En realidad nos están diciendo la verdad?

          Del otro lado del charco, en España, existe una virgen morena llamada “La Virgen de Guadalupe”. Desde hace siete siglos es la patrona de Extremadura, ciudad natal de Hernán Cortés y otros conquistadores. Aun hoy en día, la Guadalupana mexicana es conocida por algunos como Tonantzin-Guadalupe, puesto a que en el Tepeyac, los aztecas veneraban a la Madre Tierra (Tonantzin) desde tiempos prehispánicos. Más tarde, llegó Hernán Cortés, quien decidió borrar a Tonantzin para reemplazarla por su patrona. La historia de Juan Diego pudo haber sido creada para convencer a los indígenas de volverse católicos o pudo haber sido creada para establecer un símbolo religioso que nos identificara a los mexicanos, nos unificara más y nos hiciera tener fe.

            Aunque se puede llegar a pensar que el nombre "Guadalupe" es de origen indígena, en realidad es de origen árabe y quiere decir "río escondido". La virgen de Extremadura hizo su aparición ante un pastor llamado Gil Cordero a la orilla del Río Guadalupe y es por eso que se llama así. Ha habido mucho debate sobre si la imagen de La Guadalupana había sido una pintura o si había sido verdaderamente un milagro. A mitad del siglo VI el arzobispo de México Alonso de Montufar insistía en que era un milagro, mientras que por otro lado el franciscano Francisco de Bustamante insistía en que había sido pintada por Marcos de Aquino en 1556. 

           No hay ningún registro histórico del indígena Juan Diego, ni si quiera por parte de Fray Juan de Zumárraga, quien se convirtió en obispo años después de que ocurriera el milagro mencionado. La virgen mexicana tampoco es mencionada por Fray Juan de Zumárraga. Otro hecho que posiblemente delata la poca probabilidad de la existencia de la virgen es que la fecha original en que se festejaba a La Guadalupana era el ocho de septiembre, misma fecha en que se festeja a la virgen de España. Más tarde, se alteró la fecha para que coincidiera con la leyenda de que el 12 de diciembre ocurrió el milagro. Dicho cambio fue hecho hasta 1660, es decir un siglo después.

           México no es el único, pues varios países latinoamericanos tienen templos dedicados a la Virgen de Guadalupe y sin saber que todas son derivadas de la misma, la española. Entre esos países está Perú, Bolivia y Uruguay. Incluso, la isla de Guadalupe se llama de esa forma porqué Cristóbal Colón así la bautizó en honor a la virgen de la cual era devoto. En una entrevista con la revista Proceso, el historiador Fray Sebastian García dijo "En aquel tiempo, ésta era la Virgen más venerada en toda Europa. Los reyes católicos Isabel y Fernando solían visitar el monasterio; incluso aquí llegaron a reunirse con Colón. De todo esto hay una vasta documentación. Y yo he escrito libros y artículos sobre el asunto."

          Hasta la fecha, La Basílica no acepta ni la posibilidad de una conexión histórica entre las dos vírgenes, al grado de que no tiene contacto alguno con los franciscanos del monasterio donde se encuentra la virgen de España. El historiador Arturo Álvarez describe la historia de Juan Diego y La Virgen de Guadalupe como una “preciosa narración que, en su tiempo, nadie conocía, ni el propio Zumárraga, hasta que fue escrita más de un siglo después.” 

            Todos tenemos derecho a creer lo que queramos y en lo que queramos, así que esto lo dejo a su criterio. No estoy diciendo que la Virgen de Guadalupe sea una farsa, pero tampoco estoy diciendo que no lo sea. Creo que a estas alturas, no metería las manos al fuego por la Iglesia católica. Sin embargo, las pruebas son muy contundentes e interesantes, puesto a que es un tema que por lo menos en México no se toca. En realidad, no tendría nada de malo pensar que nuestra virgen le rinda culto a la española, eso demuestra lo vinculados que estamos con la patria que nos conquistó hace muchos años. Lo triste es pensar que la historia de Juan Diego y la imagen que vemos al ir a La Basílica, sean falsas y simplemente una ilusión más  para los adultos como lo es Santa Claus o los Reyes Magos para los niños.