jueves, 15 de noviembre de 2012

ENTREVISTA


De chicharrón, de frijol y de mole...

Gabriel Castro Abraham, un esposo corrido de su empleo ya que no contaba con los estudios necesarios para seguir participando en las labores de la fábrica en la que se encontraba, es ahora un humilde taquero. Su vehículo es una flamante bicicleta de esas que compras en el mercado a cambio de un favor, su mercancía, centenas de tacos sudados o vulgarmente llamados “tacos de canasta”, ya que los lleva en una canasta de mimbre que le había regalado su esposa días antes de enterarse que trabajaría para el negocio de los cuñados. Ordenes de chicharrón, de frijoles y de mole son su día a día. De picante, una salsa verde con pedazos de aguacate y rebanadas de cebolla en un tradicional bote de mayonesa McCormick que todo taquero de canasta debe de tener. El papel estraza en forma de plato y unos singulares dedos hacen ideal el arte de saborear aquellos tacos los cuales acompañas con una Coca-Cola fría anteriormente comprada en el OXXO de la vuelta.

A sus 22 años, el “Güero” es conocido por hacer los mejores y baratos tacos de canasta de la zona de Angelópolis. Siempre con una sonrisa y una amabilidad ofrece no antes haciendo la pregunta ¿Cuántos van a ser “güero”?. Referencia la cual hace que uno se sienta en confianza como si fuera un gran amigo desde la infancia, de esos que salen a jugar tras el balón con las rodillas raspadas.

-Por el momento no estoy interesado en tomar algún curso el cual me ayude a terminar mis estudios, mínimo hasta la prepa, ya que poseo lo que necesito-. Los tacos son su vida, -no necesitas ninguna receta en especial para hacer los mejores tacos de canasta, es cosa de dedicarles tiempo y un poco de paciencia, ya que si uno no lo hace se pueden llegar a deshacer y eso al cliente no le gusta. La receta es aquella que la familia le ha ido agregando y quitado para complacer al paladar poblano-.

“El dinero no te hace ser lo que eres”, con una sonrisa argumento que la gente que tiene dinero no siempre es grosera como lo cree la mayoría de la gente que voto por el “Peje”, la igualdad depende de nosotros y de nadie más, no es culpa del gobierno nuestras diferencias. Si en vez de dedicarse a la albañilería hubiera acabado sus estudios, otra cosa sería, pero insistió en que necesitaba trabajar para poder “mantener” a la novia, la cual, aún sin hijos, se convirtió en su esposa.

Nacido en el valle de los ángeles, Puebla, su futuro era servir memelas, ya que su madre tenía el puesto de memelas de mayor reconocimiento en la zona de los Fuertes. Decidió estudiar para salir adelante, pero ahora es uno más de los empleos que están en “peligro de extinción”, ya que la globalización y la mercadotecnia se han encargado que este tipo de “empleos” dejen de existir, con el hecho de cobrar impuestos, el uso de suelo es el factor que la mayoría de los comerciantes ambulantes temen, ya que les hacen pagar aquella mínima parte las cuales son sus ganancias para beneficio de la ciudad. Sanidad anda detrás de ellos, se duda que tengan las mínimas requeridas con el cuidado y el lavado de los alimentos.

Al finalizar esta amena entrevista, aquél gastronómico estudiante tuvo la libertad de preguntarle si tiene alguna responsabilidad con sus clientes como lo era en sus antiguos empleos, concluyó con un “tarde pero seguro”, el cual refrán hizo que aquel cliente sentado en la banqueta con su Coca de 600ml y un casco de construcción amarillo hiciera que soltara aquella carcajada refiriéndose a la denuncia de la mentira. El taquero se defendió regalándole una orden de mole y diciendo que deje de mentir. Esto causa mucho conflicto, ¿Le dice que deje de mentir y lo soborna con tacos?, a lo que ha llegado este país. “La responsabilidad es una palabra muy fuerte que muy pocos cumplimos”. Con este sabor de boca de dos órdenes de chicharrón y una Coca de 355ml anunció la nueva “amistad” entre un taquero y un estudiante.

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