viernes, 23 de noviembre de 2012

EL CONEJO DE ALICIA,


Haciendo un pequeño recuento de los daños…

Hoy se me ocurre la nostalgia...

Durante 11 meses de intentar ser una buena estudiante y una burócrata en potencia (ojo, no se dejen llevar por sus prejuicios de la palabra burócrata, sólo quien ha formado parte de este mundo alterno, sabe lo que significa verdaderamente) hoy, doy un vistazo hacia atrás y puedo decir que han sido meses complicados, semanas sin dormir, cuentas que pagar, tareas entregadas de forma extemporánea, exámenes en blanco, y un cansancio profundo. Por otro lado, he formado parte de grandes proyectos, hoy sé que hago lo que me gusta, puedo decir que uno de los grandes agobios que muchas veces nos preocupan como saber si elegimos o no la carrera correcta, ha desaparecido y más allá de todo, he aprendido a decir sí y no, he aprendido a valorar mis conocimientos y a mi trabajo, dicen que cuando sales de la universidad o eres primerizo no sabes lo que cuesta tu trabajo, en la vida laboral no importa si no es el trabajo que quieres, es el que hay. Debemos abrir un poco más nuestro criterio, no hay puerta que no podamos abrir, los tiempos quizás no son los deseados pero todo llega en su momento y en esta mañana sé que:

He cometido muchos errores y sé que hay muchos más por cometer, pero cuando recuerdo todos estos eventos “trágicos” que hoy denomino como “mis aventuras laborales” entiendo que es la chispa que le da sentido a mi trabajo, y le quita monotonía a la labor diaria, si piensas que alguien por correr rápidamente por una ficha informativa para su jefe es casi tacleada por la seguridad del Ejecutivo, y se logra escabullir… es una historia divertida de recordar, así como conocer al mundo de los medios, a conductores de talla internacional como CNN, políticos, reporteros pero sobretodo conocer mi Entidad, todos los viajes que por alguna razón realizamos son episodios de una historia, siempre hay algo que sale mal, siempre hay algo que sobra o que falta, hay cosas que salen bien y nadie las verá, pero lo que cabe resaltar es el intento y el empeño que se pone en cada acción, al final pueden ocurrir muchas cosas, pero con lo único que te quedas es con el camino hacia el resultado que obtuviste.
La idea de esta columna aburridona tiene  la intención de darnos una oportunidad a regarla, a decir sí me equivoque o no, lo hice bien. Se vale justificar, y se vale decir esto no es lo que quiero, pero es importante darnos la oportunidad.

En este tiempo ha ocurrido algo muy “chistoso”, hay muchos prejuicios contra los burócratas, (y estoy de acuerdo porque sé lo que ocurre) pero  muchas veces somos juzgados a quienes colaboramos desde aquí por ser “parte de ellos”, pero ¿Quién sabe lo que hacemos realmente? ¿En qué punto crees que deje de ser un tú, para convertirme en un él? La generalización me ha llevado a vivir encuentros desagradables con mis propios amigos y compañeros, y me parece fundamental involucrarse, pero involucrarse bien, conocer antes de hablar por hablar, participar y entender que hay soluciones que no son de un día para otro, y ser responsables de lo que nos corresponde.
Por eso hago una invitación a una crítica sustentada y no por libros, por la realidad... Agradezco su atención y la próxima columna volverá a escribirse con las notas características de siempre.

Karen Fernández
contacto: ana_kbf@hotmail.com

1 comentario:

  1. Uno de los mayores aciertos de esta columna es su capacidad de autocrítica, lo cual espero que su autora no pierda, no solo en este formato sino en su vida cotidiana.

    Creo que esta experiencia -la columna y sobre todo el trabajo- te han abierto los ojos sobre "el mundo real" de una manera interesante y enriquecedora.

    Felicidadades.

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