Haciendo un pequeño recuento
de los daños…
Hoy se me ocurre la
nostalgia...
Durante 11 meses de intentar
ser una buena estudiante y una burócrata en potencia (ojo, no se dejen llevar
por sus prejuicios de la palabra burócrata, sólo quien ha formado parte de este
mundo alterno, sabe lo que significa verdaderamente) hoy, doy un vistazo hacia
atrás y puedo decir que han sido meses complicados, semanas sin dormir, cuentas
que pagar, tareas entregadas de forma extemporánea, exámenes en blanco, y un
cansancio profundo. Por otro lado, he formado parte de grandes proyectos, hoy
sé que hago lo que me gusta, puedo decir que uno de los grandes agobios que
muchas veces nos preocupan como saber si elegimos o no la carrera correcta, ha
desaparecido y más allá de todo, he aprendido a decir sí y no, he aprendido a
valorar mis conocimientos y a mi trabajo, dicen que cuando sales de la
universidad o eres primerizo no sabes lo que cuesta tu trabajo, en la vida
laboral no importa si no es el trabajo que quieres, es el que hay. Debemos
abrir un poco más nuestro criterio, no hay puerta que no podamos abrir, los
tiempos quizás no son los deseados pero todo llega en su momento y en esta
mañana sé que:
He cometido muchos errores y
sé que hay muchos más por cometer, pero cuando recuerdo todos estos eventos “trágicos”
que hoy denomino como “mis aventuras laborales” entiendo que es la chispa que
le da sentido a mi trabajo, y le quita monotonía a la labor diaria, si piensas
que alguien por correr rápidamente por una ficha informativa para su jefe es casi
tacleada por la seguridad del Ejecutivo, y se logra escabullir… es una historia
divertida de recordar, así como conocer al mundo de los medios, a conductores
de talla internacional como CNN, políticos, reporteros pero sobretodo conocer
mi Entidad, todos los viajes que por alguna razón realizamos son episodios de
una historia, siempre hay algo que sale mal, siempre hay algo que sobra o que
falta, hay cosas que salen bien y nadie las verá, pero lo que cabe resaltar es
el intento y el empeño que se pone en cada acción, al final pueden ocurrir
muchas cosas, pero con lo único que te quedas es con el camino hacia el
resultado que obtuviste.
La idea de esta columna
aburridona tiene la intención de darnos
una oportunidad a regarla, a decir sí me equivoque o no, lo hice bien. Se vale
justificar, y se vale decir esto no es lo que quiero, pero es importante darnos
la oportunidad.
En este tiempo ha ocurrido
algo muy “chistoso”, hay muchos prejuicios contra los burócratas, (y estoy de acuerdo
porque sé lo que ocurre) pero muchas
veces somos juzgados a quienes colaboramos desde aquí por ser “parte de ellos”,
pero ¿Quién sabe lo que hacemos realmente? ¿En qué punto crees que deje de ser
un tú, para convertirme en un él? La generalización me ha llevado a vivir
encuentros desagradables con mis propios amigos y compañeros, y me parece
fundamental involucrarse, pero involucrarse bien, conocer antes de hablar por
hablar, participar y entender que hay soluciones que no son de un día para
otro, y ser responsables de lo que nos corresponde.
Por eso hago una invitación
a una crítica sustentada y no por libros, por la realidad... Agradezco su
atención y la próxima columna volverá a escribirse con las notas
características de siempre.
Karen Fernández
contacto: ana_kbf@hotmail.com
Uno de los mayores aciertos de esta columna es su capacidad de autocrítica, lo cual espero que su autora no pierda, no solo en este formato sino en su vida cotidiana.
ResponderEliminarCreo que esta experiencia -la columna y sobre todo el trabajo- te han abierto los ojos sobre "el mundo real" de una manera interesante y enriquecedora.
Felicidadades.